domingo, 11 de marzo de 2012

Compartimos...

Estimados colegas:
Compartimos opinión de Violeta Hemsy de Gainza en referencia al caso de Matías que se ha difundido en los medios por estos días.
Nos ha hecho reflexionar, debatir y pensar mucho sobre nuestro rol de educadores musicales.
Les comunicamos también que muy pronto estaremos informando sobre el inicio de las actividades del año.
Les deseamos a tod@s un muy buen inicio de sus actividades.
Saludos cordiales
Comisión Directiva de FLADEMUY

http://www.canal10.com.uy/arriba-gente/2011/conocemos-la-historia-de-matias-diaz

http://www.subrayado.com.uy/Site/News.aspx?NiD=9779


Acabo de ver los dos videos de Matías... Es como si lo conociera de siempre.... No se equivocaron quienes juzgaron su musicalidad (qué curioso detalle de que no hubieran observado sus manos y dedos!). Si somos objetivos como pedagogos que somos... es obvio que en el Conservatorio es difícil que encuentre (o en cualquier "academia" ) alguien que sea capaz (musical, inteligente...) de enseñarle a un chico con ese handicap. El tema pasa porque este no es un métier que esta gente conoce -y mucho menos, "domina" o, al menos se interesa por investigar haciéndose ayudar por algún otro colega. Las academias forman profesores para tocar con 5 dedos ... creo que la máxima excepción que están capacitados de afrontar es un no vidente... lo cual tampoco es fácil para alguien que no quiere esforzarse, interesarse, molestarse, frustrarse... etc.

Si el chico entrara a trabajar con alguno de estos profesores, el frustrado sería él mismo , porque seguramente no podría ninguno agregarle nada a todo lo que el muchachito logró solo (o con un "profesorcito de barrio"...a ése también lo discriminan y más que al chico, que tiene oído absoluto y unos "muy buenos tres dedos".)

No es fácil tomar partido en este caso. No creo que corresponda denunciar a las instituciones que sólo hacen -como sea- lo único que saben o que aprendieron. Lo que más provoca esta reacción en contra es, en mi opinión, la falta de sensibilidad para identificarse con el chico, de valorar lo que hizo, de imaginar lo que podría hacer, etc. Los límites los encontrará él solo pero bajo la conducción de alguien que se interese por ayudarlo (si no sabe trabajar con estas discapacidades) o con algún experto en la materia (que es muy difícil encontrar...) Estos maestros pueden a veces estar en una academia, pero generalmente están en la calle, lo cual no es motivo para descalificarlos... (pueden ser muy buenos, capaces y también muy caros)

Si Mátías ama el piano, con´ese instrumento el se expresa como músico, y con esa linda carita, más su lindo espíritu y con toda la pasión que tiene, puede ser un excelente profesor, un músico de cámara (hay mucho repertorio que él podría tocar.... recordemos que hay conciertos "para la mano izquierda!"), puede ser también un excelente profesor de audio, de piano (por qué no!), un musicólogo, un musicoterapeuta, etc.

Pero no es tema para enojarse -nadie contra nadie- porque se trata de una discapacidad física enfrentada con una generalizada discapacidad pedagógica. Es un tema para buscar quién lo puede resolver, para proponer soluciones (no sólo para pedirlas), etc. etc. etc. ..........

Veamos qué se puede hacer, entonces.

Cariños (y muchas felicitaciones para Matías, un verdadero ejemplo de amante, apasionado, por la música)

Violeta

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